Forgiving can be challenging for many people, especially when others have hurt, abused, or neglected us. You probably have heard that you forgive for your, not the person who hurt you. This is so true! When we forgive, we are not justifying or accepting abuse, mistreatment, or wrongdoing. We are recognizing these things, honoring how they affected us, then letting go of the pain, sadness, and negativity associated with those memories. Not processing negative emotions and keeping anger, fear, shame, and sadness inside only damages us. If you want to truly heal and grow, you need to clean out your emotional closet and process the times that you were hurt or wronged in the past.
Forgiveness takes time, especially if the wound is fresh. It is also a process. You do not need to love, like, or have any type of relationship or contact with people who have hurt you. In many cases, it is a good and necessary thing to remove toxic people from our lives. You will know that you have forgiven someone when you can look back on an injustice and remember it without pain. If you can reflect and the pain is less, you are making progress towards your forgiveness goal. When you can think about a person who hurt you or an unfair situation and react with indifference and in a calm way while naming the facts of the situation, you have forgiven. This feels much better than reminiscing and feeling anger and anxiety.
Negative emotions do serve a purpose but their purpose is limited. Usually negative emotions like anger help us to recognize an injustice or that something is wrong. Anxiety helps us to recognize dangers. Sadness helps us to recognize a loss. We do need to experiences negative emotions but we do need to let them go to make room for positive emotions like joy and happiness. This is why forgiveness helps us; it gives us a chance to feel more peace and happiness.
Sometimes the hardest person to forgive is ourselves. We all fail, make mistakes, let other people down, and hurt others. We need to apply the same practice of forgiveness with ourselves. Always take time to think about your mistakes. What can you learn or do better next time? Once you have taken the time to process and learn from your mistakes, let yourself off the hook. Do not hold on to anger, shame, regret, and guilt. When you forgive yourself, you are practicing the ultimate act of self-love and self-compassion.
¿Cómo tener paz y perdonar ?
Perdonar puede ser difícil para muchas personas, especialmente cuando nos sentimos lastimados, abusados o descuidados. Probablemente has escuchado que hay que perdonar por tu bien, no por el bien de la persona que te ha lastimado. ¡Es la verdad! Cuando perdonamos, no estamos justificando ni aceptando el abuso, el maltrato ni la mala conducta. Estamos reconociendo estas cosas y honorando cómo nos han afectado, después estamos liberándonos del dolor, la tristeza y la negatividad asociado con estos recuerdos. Si no procesamos nuestros sentimientos negativos y guardamos la rabia, el miedo, la vergüenza y la tristeza encima, solo nos hacemos daño. Si de verdad quieres sanarte y crecer, hay que limpiar el armario emocional y procesar lo que te lastimó en el pasado.
Perdonar toma tiempo, especialmente si recién has sido lastimado. También es un proceso. No tienes que armar, querer o tener ningún tipo de relación ni contacto con las personas que te han lastimado. En muchos casos, es necesario remover las personas tóxicas de nuestras vidas. Sabrás que has perdonando cuando puedas recordar una injusticia sin sentir dolor. Si puedes reflexionar y el dolor es menos, estás haciendo progreso hacia la meta de perdonar. Cuando puedas pensar en una persona que te ha lastimado o una situación injusta y sentir indiferencia y clama mientras nombres los hechos de la situación, has perdonando. Pensar así nos hace sentir mejor que recodar con enojo y ansiedad.
Los sentimientos negativos sirven para un propósito, pero el propósito es limitado. Usualmente las emociones negativas como el enojo nos ayudan a reconocer una injusticia. La ansiedad nos ayuda a reconocer un peligro. La tristeza nos ayuda a reconocer una pérdida. Necesitamos experimentar emociones negativas, pero necesitamos dejarlas atrás para hacer espacio para las emociones positivas como la alegría y la felicidad. Por eso perdonar nos ayuda, nos da la oportunidad de sentir paz y felicidad.
A veces se nos dificulta más perdonar a nosotros mismos. Todos los seres humanos fracasamos, nos equivocamos, decepcionamos a nuestros seres queridos y lastimamos a otros. Tenemos que aplicar las mismas reglas para perdonarnos. Siempre debes tomar el tiempo para pensar en tus errores. ¿Qué es lo que puedes hacer mejor la próxima vez? Después de pensar en y aprender de tu error, hay que perdonarte. No te guardes rencor, vergüenza, remordimiento ni culpa. Cuando te perdonas estás practicando el acto más grande del amor propio y de la auto comprensión.